Después de vacaciones
es cierto que a todos les cuesta, comenzar de nuevo el colegio y dejar la
rutina de vacaciones en la que no importaba la hora de acostarse, de
levantarse, en la que todos los días eran como fin de semana, no había que
ponerse el uniforme, ni desayunar a las 6 de la mañana.
Aunque en las
vacaciones los niños literalmente se olvidan del colegio y se dedican a
disfrutar, jugar pasear y divertirse, para la mayoría el regreso al estudio
trae cosas agradables, como volver a encontrarse con los amigos, practicar su
deporte preferido o mantenerse ocupado todo el día en función de las
labores escolares.
Además, de volver a
alistar los uniformes, ayudarle a que vuelva a tener una rutina de estudio, de
una buena motivación para el ingreso al colegio es momento de tener en cuenta
los factores que incrementan un mejor desempeño escolar, conocerlos y ayudarles
a mejorar es la forma más eficaz de prevenir dificultades futuras como bajo
rendimiento, problemas de aprendizaje o adaptación a las diferentes exigencias,
tanto académicas como de socialización.
el regresar al colegio es una
experiencia gratificante tanto para los padres como para los niños y jóvenes ya
que un nuevo reto alcanzar sus logros propuestos durante el año lectivo, se les
invita a formar parte como miembro activo de esta familia paulatina, a vivir a
plenitud la espiritualidad atreves del evangelio, a participar de las diferentes
eucaristías, actividades recreativas y culturales y a responder con un gran
compromiso en el aspecto a académico y disciplinario, de igual manera los
invitamos a iniciar este año escolar con pies firme viviendo el valor de la
esperanza y el amor en nuestra institución feliz y para que nuestros proyectos
se puedan hacer realidad debemos trabajar en los siguientes factores:
1. Un buen clima familiar ejerce una gran
influencia en el aprovechamiento escolar. Un niño que se siente apoyado,
aceptado, que goza del amor de los padres y de la estabilidad que éstos le
brindan, tiene una mayor disponibilidad para aprender.
2. La salud física: es otro aspecto que
está estrechamente vinculado con el desempeño que el niño tiene en su
vida académica. Muchas dolencias físicas menores pueden disminuir temporalmente los
lapsos de atención, la capacidad de análisis o la concentración. Es importante cerciorarse de que oye, ve y
percibe bien; si está bien alimentado, y en general si tiene un buen
estado de salud.
3. Los hábitos: son fundamentales para ser un
buen alumno, porque permiten el máximo aprovechamiento de sus recursos tanto
propios como del medio que lo rodea. Estos se aprenden mediante su
repetición ordenada y consciente y deben enseñarse desde pequeños.
4. Las condiciones ambientales: también
contribuyen de manera significativa a que los niños estudien con agrado y
eficiencia. Es necesario revisar si el niño estudia en un lugar con
suficiente luz, visibilidad y buena ventilación; si dispone de un espacio tranquilo
y de los útiles y recursos necesarios para hacer tareas.
5. La motivación: Las labores del colegio
pueden resultar más divertidas si se motiva al niño a descubrir sus propias
habilidades y capacidades intelectuales, tanto para materias específicas
como para realizar algunas tareas, como por ejemplo la facilidad que tiene para
las matemáticas o para resumir y analizar un texto. La motivación es
un insumo clave para tener una mayor disponibilidad y apertura al proceso de
aprendizaje. Muchos factores resultan poderosos motivadores, uno de ellos es la
presencia de los adultos. Los niños necesitan del apoyo decidido de sus
padres para sentirse animados y comprometidos con lo que hacen; estudiar con
energía y fijarse metas.
EXITOS